Deshilar la RevoluciónCotidiana. Yohanna M Roa. Curatorial project – 2022
La tertulia Museum, Cali Colombia
El Seminario textil – El Costurero de la Universidad ICESI, se define como espacio académico que tiene como objetivo, el estudio de la relación entre el textil, la vida cotidiana, la pedagogía y el feminismo. Desde el 2020, han desarrollado el proyecto “Espacio público, género y disidencias, Remendando y tejiendo afectos para ciudades inclusivas”, en asocio con el Museo La Tertulia y con el apoyo de MinCiencias. Deshilar, La Revolución Cotidiana hace parte de un extenso proceso de investigación, que tiene como base dos componentes principales: las metodologías de trabajo y los afectos o relaciones afectivas. Estos componentes han producido un cambio en la perspectiva ético – política del desarrollo de la investigación científica y en la forma de relacionarse entre ellas y con otrxs, por que abordar el espacio cotidiano desde las relaciones afectivas, pone sobre la mesa las conexiones entre las experiencias personales y las grandes estructuras socio-políticas, en donde se reconoce que aquello que se consideraba personal y desconectado, es en realidad social y estructural, es decir que las micro y las macro-estructuras sociales, se transforman mutuamente.
Deshilar significa “sacar los hilos de un tejido”, en este caso se trata de la acción de desarrollar una investigación académica abordando el hilo y la aguja como espacio subversivo, para desactivar discursos de poder que han producido y controlado históricamente identidades, cuerpos, memorias y producción de información. De esta manera, los procesos llevados a cabo por el Seminario, se pueden entender dentro del pensamiento feminista descolonial y en un campo transdisciplinar; lo que ha permitido evidenciar la dimensión socioeconómica, histórica, contextual y de género que atraviesa las prácticas textiles. “La colonialidad es como una lama, una caracha que cubre nuestra piel y a través de ella respiramos y percibimos el mundo[1]”; entonces la revolución, no es un acontecimiento apocalíptico que defiende la nación, la revolución es el acto cotidiano y liberador de desprender esa costra, de deshilar construcciones que rigen nuestras formas de vida.
Metodológicamente, la comunidad del Seminario Textil trabaja en red, e inicia sus procesos con el intercambio de la palabra y los afectos; hablar, escuchar, tejer, bordar, coser, compartir y retroalimentar. Los títulos de sus actividades develan la manera incisiva en la que el arte, las ciencias sociales, la comunicación, el diseño y la vida cotidiana, se entrelazan y a través del textil generar acciones: Memorias, Disidencia y Negritud, Cartografías feministas, Espacios Suaves Para Territorios en Disputa, Bordando Resistencias, Líos de Faldas, Ensamblado de Clítoris o Confesionario textil.
Deshilar, La revolución Cotidiana, es una muestra que da cuenta de la investigación realizada por El Seminario textil – El Costurero de la Universidad ICESI, durante los últimos dos años; y a la vez, hace parte del proceso de hacer comunidad con otrxs. La exposición se compone de un cuerpo de obra, en la que resultados de talleres y residencias artísticas del Seminario se articulan con las piezas de artistas provenientes de México, Chile, Argentina y Colombia, así como obras de la colección del Museo. También hay una puesta en escena de material de archivo, que permite visualizar la complejidad de conceptos, métodos, incluso tensiones latentes en sus prácticas, que transitan entre las instancias de la investigación académica, el arte y la vida diaria. El Museo la Tertulia abre sus puertas a una muestra rica visualmente, generosa en materialidades y panorámica en cuanto a las posibilidades políticas que atraviesan las prácticas textiles contemporáneas.
[1] Frantz Fanon
Al ver un escarpín de bebé tejido en crochet, solemos pensar en una tierna mujer tejiendo, históricamente se ha pasado por alto el rol central que han jugado usualmente las mujeres, desde la producción en los ámbitos privados, como parte del proceso civilizatorio humano. Se han invisibilizado de los sistemas socio-económicos, al subvalorar los espacios los cotidianos y domésticos. Se suele pasar por alto también la articulación entre la invención de la agricultura y el textil y poco se habla de la relación con la producción de fibras que permitieron la fabricación de telas y, por lo tanto, la aparición de lo que hoy DÍA llamamos diseño. Quienes han narrado la historia también han perdido de vista la proliferación de los campos de algodón y con ello el involucramiento de la mano de obra esclava traída de África hacia América o la complicada relación del textil en el proceso de industrialización, tanto en los avances tecnológicos como en la incursión de la mano de obra de la mujer. Incluso olvidamos que la base de la computadora contemporánea, es el telar, lo que nos reconocer la relación del textil en otros ámbitos de producción de conocimiento. Ropa, cuerdas, fibra óptica, mascarillas, mantas, estamos inmersos en un mundo de textil; belleza, glamour, dinero, tecnología, productividad, violencia, cuidado y vida cotidiana, hacen parte del mundo que hemos construido. Las obras incluidas en está sala, se interesan en la materialidad histórica del textil. Conceptos como el de familia, comunidad, costurero, nación, son activados desde posturas políticas que permiten visualizar, las implicaciones históricas y actuales de las fibras.
En Colombia llamamos costurero a los espacios de encuentro, generalmente entre mujeres, alrededor de los oficios textiles. El trabajo de los costureros aquí expuestos, participan dentro de la categoría de “tejidos activistas”; en donde en las jornadas de convergencia o reunión, se retoman las labores con los diversos tipos de tejidos, como dispositivos de acción política feminista. En estos, la resistencia activa no se da inicialmente con cambios en la política de lo público, sino hacia adentro. Se trata de acciones que buscan la liberación, construyendo o reconstruyendo significados que hacen resistencia, porque se constituyen en contra de la organización social, del poder que nos está oprimiendo. Estos cambios infra-políticos, se producen cuando un grupo de personas, hacen coalición y se reconocen a través de los afectos, de esta manera entrecruzan sus similitudes y diferencias. Lo que finalmente les permite constituirse como una comunidad. Metodológicamente, el Seminario Textil – El Costurero de la Universidad ICESI, el costurero electrónico, y el costurero de Dapa, han activado espacios cotidianos como encuentros, diálogos, talleres y residencias artísticas, para activar preguntas y acciones concretas frente al control de memorias, cuerpos y conocimientos, que oprimen y subjetivizan cotidianamente. Deshilar, la revolución cotidiana, es un espacio de coalición en donde podemos reconocer que, tanto en la tradición como en la actualidad, las prácticas textiles nos permiten ejercer una política de los afectos, que puede estructurar comunidades y lograr una revolución en las políticas públicas, que nace en el seno de la vida cotidiana.
El cuerpo, la ciudad, el internet, la memoria y la historia, son territorios en disputa, en donde cotidianamente se libra una batalla por la representación y en ocasiones por la vida misma. Por su parte, el género, la raza y la clase social, son categorías impuestas, que se activan en todas las interacciones sociales y median la violencia y el dolor de los seres humanos. Sin embargo, el dolor no es una sensación, es una experiencia constituida por la historia de vida de una persona. Aunque ocurre en lo privado, por lo general tiene formas colectivas de entenderse y vivirse. De esta manera a través de la colectividad, el dolor nos da forma como individuos y da forma a las relaciones que sostenemos con otros; por ello implica una “transgresión” de la frontera entre el adentro y el afuera. Estas transgresiones tienen un lugar social, es decir unas políticas (discursos), normas, regulaciones e indemnizaciones, de aquello que se considera dolor y lo que no.
Uno de los principales componentes de la investigación El Seminario textil – El Costurero de la Universidad ICESI, son los afectos o las relaciones afectivas, por que estos permiten construir “espacios suaves, para territorios en disputa”. Durante los talleres, residencias artísticas, y proyectos en general, a través de la palabra y el textil, hicieron posible reconocer el dolor de las personas, y de manera comunitaria, resistir activamente a la violencia estructural que nos vemos sometidos cotidianamente. Esta muestra de un lado hace evidente los territorios en disputa, que durante el proceso de investigación fueron reconocidos y abordados. Y del otro lado la posibilidad de construir territorios suaves por medio de los afectos, como espacios cotidianos de resistencia activa.